lunes, 16 de marzo de 2015

Adaptación del cuento


Adaptación del cuento "Toda clase de pieles" que los Hermanos Grimm recopilaron hace ya más de doscientos años y que podemos encontrar en el "Libro de los 101 cuentos" de la Editorial Anaya.

*********************************************************************



TODA CLASE DE PIELES


Había una vez, en medio del desierto una ciudad llamada Rabat donde todos eran de color negro, la cual estaba reinada por un rey y una reina muy jóvenes, ambos estaban muy enamorados.  El rey era muy guapo, fuerte y valiente que se enfrentaba a todas las batallas junto a su caballo blanco. Y la reina era muy guapa, con un cabello negro azabache rizado, con unos ojos de color verde esmeralda y de una figura envidiable.

Pasados tres o cuatro años de contraer matrimonio, la reina se quedó embarazada. Esta buena noticia fue sabida por el rey y por todos los que convivían en palacio e incluso gracias a esta buena noticia, los ciudadanos de este reino les obsequiaron a los reyes con sus oraciones, sus ritos ancestrales para que todo fuera bien durante el embarazo y llegado el momento en el alumbramiento. 

Una noche de luna llena, concretamente el 21 de Diciembre de aquel año, la reina se puso de parto, asistieron las comadronas y el médico ante tal alumbramiento. El rey muy nervioso esperaba conocer a su hijo, pero cuál fue su sorpresa, que su amada esposa había traído al mundo a dos pequeñas niñas gemelas,  Laya y Ambar. Las dos de cara redonda, con unos ojos preciosos verdes esmeraldas y con el pelo negro azabache tal y como tenía su madre. Pero la diferencia entre las dos es que una de ellas tenía la piel de color negro como sus padres y la otra niña era de color blanco.

Tal fue el desconcierto, que tanto el médico como las comadronas no se explicaban tal cosa, pero la reina no le dio importancia, ya que a ambas las había engendrado dentro de su vientre y con el mismo cariño y amor las había estado esperando durante esos nueve meses. El rey que también se asombró de la gran diferencia entre sus dos recién nacidas hijas, al principio le afectó pero decidió aceptarlas como tal.

Los días, los meses y los años fueron pasando y los reyes criaron a sus hijas Laya y Ambar con la mejor educación que les podían dar a ambas, con un amor incondicional, sin prejuicios por la diferencia del color de piel que había entre ambas niñas y entre los demás habitantes.

Como tantos otros años el día del cumpleaños de las Laya y Ambar había llegado, el 21 de Diciembre, pero ese año era especial porque ambas cumplían 16 años, su mayoría de edad, y porque era la edad en la que debían buscar un apuesto marido para cada una de ellas.
Los reyes se reunieron con sus dos hijas, y les transmitieron la felicidad que tenían por haber cumplido sus 16 años y también el deseo de que ambas encontraran la felicidad junto a un apuesto joven para casarse. Las dos niñas muy contentas por su mayoría de edad imaginaban a ese futuro marido con planta envidiable ante los demás hombres, valeroso y fuerte, y por qué no guapo ya que ellas lo eran. 

Pronto Ambar conoció a su príncipe azul, un chico joven, de piel negra, con ojos  grandes de color marrón chocolate, fuerte y alto y que a la vez desprendía un amor hacia ella envidiable.  Los reyes al conocerle se quedaron asombrados y felices porque una de sus hijas había encontrado a un hombre que le hiciera feliz y que la cuidaría para toda su vida. Por lo que semanas más tarde comenzaron los preparativos de la boda de Ambar. Laya estaba muy contenta por su hermana pero ella no encontraba a su joven apuesto y pensó que en la boda podría conocer a ese joven apuesto.

Llegado el momento de la boda, Laya se puso su mejor vestido, el de color rojo carmesí para poder destacar entre todas las invitadas, pero pasó la ceremonia, pasó el banquete y llegó el baile. Todos los jóvenes bailaban menos Laya que no tenía con quien, y nadie quería bailar con ella. Laya muy triste y llorosa se marchó hacia su habitación, su madre fue tras ella.

    •    Laya ¿qué te pasa?
    •   Nadie quiere bailar conmigo, ¿será por mí, soy fea, es mi color de piel?
    •  Hija es tu color de piel, nosotros te hemos criado como a una hija más, pero los demás te ven diferente y quizás sea hora de que te marches para poder encontrar un joven que te quiera como tú eres, con tu piel blanca, tu pelo negro azabache rizado y tus ojos verdes esmeraldas.


Pasados dos días de la boda, Laya se estaba preparada para su viaje, no sabía donde le iban a llevar sus pasos, pero sí su corazón, en busca de su gran amor.

Su hermana le dio una pulsera con tres abalorios de plata; uno era un corazón para que sintiera el cariño de su familia y el de ella especialmente, un trébol para que tuviera suerte durante su viaje, y por último una corona para que recordara su procedencia y reconocieran en ella una futura reina, y se la colocó en su delgada y blanca muñeca.

La reina, por su parte, le dio tres vestidos; uno de color dorado como el sol, otro tan plateado como la luna y otro tan brillante como las estrellas.

    •  Hija te doy estos tres vestidos para que puedas conquistar a ese joven apuesto que estoy segura que encontrarás pronto.

Y por último el rey se dirigió a su hija.

    •   Hija mía, recibe este abrigo que he mandado confeccionar para ti, está hecho con todas las clases de pieles que hay en el mundo, es grande hasta tus pies, con mangas anchas y grandes y con una capucha para que te cobijas y resguardes bien del frío, y recuerdes a través del calor que te dé el calor que te he dado yo hasta ahora.


Laya triste e infeliz por su marcha, comenzó su gran viaje en búsqueda de su gran amor, ese príncipe azul, apuesto y valeroso que la quisiera a pesar de su color de piel.

Pasaron días fríos, lluviosos y ventosos, pasaron noches de luna llena y de cielos estrellados, en los que Laya viajaba poblado tras poblado, ciudad tras ciudad, reino tras reino para encontrar a su apuesto joven. Pero su aspecto también iba deteriorándose a medida que iban pasando esos días fríos, lluviosos y ventosos y esas noches de luna llena y cielos estrellados, por lo que su piel se iba oscureciendo por la suciedad y su pelo parecía de color blanquecino marrón en vez de negro azabache, y se iba demacrando cada vez más por no poder llevarse nada o casi nada a la boca con lo que alimentarse.

Hasta que un día en el que Laya descansaba de su larga caminata del día anterior, escondida en el hueco de un árbol grande y frondoso, intentando dormir,  escuchó ruidos de perros, caballos y voces, y se dio cuenta que no era un sueño, sino que estaba en medio de una cacería. Ella se escondió muy bien, se tapó con su abrigo de todo tipo de pieles, pero fue inútil cuando se quiso dar cuenta estaban tan cerca que se encontró con cuatro perros olfateándola.
    • ¿Qué será esto? ¿Qué es esta cosa que está cubierta por muchas pieles? Se preguntaron aquellos cazadores.
    • No me hagáis daño, solo soy un animalito asustado, que no os va hacer daño, dejarme vivir.
    • ¿Pero quién eres?, tú no eres un animal, tú eres una persona, y ¿quién eres? ¿Cómo te llamas?
    • No lo sé, no lo recuerdo, solo sé que me llamo “todaclasedepieles”, pero no sé quién soy, ni de dónde vengo, solo quiero que dejéis.  Respondió ella toda asustada.


Pero los cazadores no eran simples cazadores, eran los cazadores del Reino de Chad, pertenecientes al Príncipe Idriss, el cual se acercó, montado en su caballo negro, al árbol y al ver aquella joven demacrada, sucia y abrigada por su abrigo de todo tipo de pieles sugirió llevársela a su palacio, para darle de comer y si ella quisiera quedarse para ayudar en las cocinas. Ella quedó eclipsada por ese príncipe tan apuesto que no pudo negarse ante tal ofrecimiento.

Todaclasedepieles acabó en las cocinas de aquel palacio de aquel príncipe tan apuesto. El cocinero la aceptó como una más y la enseñó a preparar todo tipo de platos, que día tras día preparaba con tanta laboriosidad para que el príncipe degustara al igual que su bebida preferida el caraje que se extraía de las hojas de hibisco.

Cuando ya llevaba viviendo ya más de tres largos años, el Príncipe Idriss anunció que iba a elegir a su esposa, para ello iba a organizar un gran baile que duraría tres días.

Cuando llegó el primer día de baile, Todaclasedepieles le preguntó al cocinero:

    •  Por favor, ¿puedo subir a ver el baile?, nunca he visto un baile en un palacio. Por favor, déjame, te prometo que no me verán, estaré escondida de una de las grandes cortinas que hay en el gran salón.
    • El cocinero le respondió: “Te dejo, pero con una condición, tienes que estar de vuelta pronto porque por la noche hay que preparar cosas para el día siguiente”.
    •  Si, si, no te preocupes, esteré de vuelta tan pronto como los invitados comiencen a marcharse.


Todaclasedepieles subió a su habitación y comenzó a arreglarse, se lavó su cara y sus manos, y se puso el vestido dorado como el sol y la pulsera con los tres abalorios que le regaló su hermana. Después bajó al gran salón donde se celebraba el baile, y al principio pasó desapercibida ante los ojos del príncipe, pero algo más tarde se percató de la presencia de esa hermosa joven de piel blanca con ojos verdes esmeraldas y de pelo negro azabache rizado.

El Príncipe Idriss sin pensarlo se fue acercando, observándola poco a poco, y finalmente se posicionó a su lado, entablando una conversación de lo más normal.

    •    Señorita ¿quiere usted bailar conmigo?
    •     Si, dijo Todaclasedepieles.


Bailaron hasta llegar el anochecer,  y es cuando Todaclasedepieles tuvo que marcharse ya que no podía faltar a su palabra con el cocinero. Subió a su habitación, se cambió, se puso su abrigo de toda clase de pieles, se tiznó su cara y sus manos pero se dejó la pulsera puesta.  Y bajó a las cocinas para ayudar al cocinero con la cena.
    •   Hoy tengo mucho trabajo, ¿puedes hacer la cena y su bebida preferida del príncipe y después se la subes a su habitación?, le dijo el cocinero a todaclasedepieles.
    •  Si, por supuesto.


Todaclasedepieles preparó la cena y la bebida preferida del príncipe, el caraje, donde la sirvió en una copa de plata. Mientras subía la cena, Todaclasedepieles abrió su pulsera e introdujo en la copa el primer abalorio, el corazón; al llegar a la habitación ella llamó a la puerta y dejó sobre la mesa la bandeja con la cena y la copa de plata.

El Príncipe Idriss que tras haberse comido el plato de comida prosiguió a beber la bebida, donde encontró el abalorio, el cual dejó sobre su mesilla sin darle importancia.

Al día siguiente llegó el segundo baile, y Todaclasedepieles le pidió al cocinero subir para verlo como en la noche anterior, el cocinero le dijo que sí, y ella subió a su habitación para cambiarse y lavarse, en esta ocasión se puso el vestido plateado como la luna.  El Príncipe Idriss cuando la vio aparecer se quedó eclipsado por tanta belleza, y sin esperar se aceró a ella y le pidió bailar. 

Pero cuando llegó la media noche Todaclasedepieles tuvo que ausentarse para ir a preparar la cena del príncipe. Subió a su habitación se cambió y se puso su abrigo de toda clase de pieles, bajó a las cocinas y preparó la cena y la bebida para el príncipe. Cuando la fue a subir ella sumergió el segundo abalorio en la copa de plata, el trébol. 

El Príncipe Idriss al terminar de cenar, bebió de su copa de plata y se encontró el segundo abalorio, y pensó “Esto ya no es un error sino una casualidad”.  Por lo que mandó llamar al cocinero para saber quién había preparado la cena y la bebida.
    • Cocinero, ¿me has preparado tú la cena? ¿y la bebida?
    • Sí, señor, he hecho yo la cena y la bebida.
El Príncipe Idriss extrañado, dejó el abalorio junto con el otro en la mesilla. Al día siguiente en la hora del baile, Todaclasedepieles como los dos días anteriores prosiguió a vestirse, esta vez con el vestido brillante como las estrellas, y bajó al baile. El príncipe que ya la estaba esperando se acercó a ella, y estuvieron hablando y bailando durante el tiempo que duró el baile.
Y el Príncipe Idriss durante el último baile de la noche le puso un anillo dorado en el dedo sin ella haberse dado cuenta,  pero Todaclasedepieles tuvo que ausentarse de nuevo para preparar la cena del príncipe.

Subió a su habitación y sin apenas tener tiempo para cambiarse se olvidó quitarse el anillo que el príncipe le había puesto y de tiznarse la cara y las manos y se puso su abrigo de toda clase de pieles.
Tras haber preparado la cena, ella subió como las noches anteriores la cena a la habitación del príncipe, y durante el camino sumergió el último abalorio, la corona, pero esta vez el príncipe le estaba esperando.
    • Todaclasedepieles, no te marches, quédate hasta que yo termine para que después te lleves la bandeja.
    • Pero yo tengo que hacer muchas cosas, señor
    • No te preocupes pueden esperar. 
Y una vez terminado el príncipe su cena y bebido su bebida preferida se encontró con el tercer abalorio, la corona.
    • Todaclasedepieles, ¿sabes qué es este abalorio y qué significa?
    • No, no sé que es
    • Creo que mientes, porque tú eres la persona con la que he estado bailando estas tres últimas noches.
    • Mi señor, eso es imposible.
Y el príncipe se levantó, le quitó la capucha a Todaclasedepieles y descubrió a esa joven de color blanca de pelo negro azabache rizado y de ojos verdes esmeraldas.  Todaclasedepieles se puso algo colorada por haberla descubierto.
    • No temas, eres la persona que he estado esperando durante toda mi vida, eres esa chica con la que he soñado durante muchas noches. Eres la joven a la que dejé caer un anillo en tu dedo y por eso sé que eres tú.
    • Pero ¿no te importa como soy realmente?  
    • No, sólo me importa cómo eres tú, no me importa que seas pobre, cocinera, rica o que tu piel sea de color blanca. Tú y solamente tú eres mi elegida, y por eso quiero que seas mi esposa. ¿Quieres casarte conmigo?

Ella que estaba inmersa en una profunda alegría por haber encontrado a ese joven apuesto del que tanto había soñado, sin pensarlo le besó. Un beso profundo y largo el cual selló ese amor el cual les duraría para toda su vida. 


 COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO

*********************************************************************************
En la adaptación del cuento que he realizado de “Toda clase de pieles” he tenido en cuenta la edad de los niños a los que van dirigidos dicho cuento, también el momento evolutivo en el que se encuentran, por ello me he basado en la etapa de 5-6 años que es cuando los niños comienzan a tener un pensamiento intuitivo, poseyendo una imaginación muy rica y abundante la cual les ayuda a entender mejor lo que les rodea en realidad.   Es una etapa llamada por Piaget Preoperacional, aunque él abarca esta etapa desde los 2 a 7 años, Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediando el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa está marcada por el egocentrismo (cuando el infante se considera el centro de todo), o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella. También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc. 
Los cuentos populares son formas del pensamiento analógico. Esta es una de las razones por las que los cuentos populares maravillosos resultan del interés de los niños. Piaget mostró que las creencias mágicas del niño están conectadas con las animistas, por las cuales el niño ve vivos y con conciencia un gran número de objetos que para el adulto están inertes. Todos los objetos pueden tener conciencia, aunque estén inmóviles. Pero esta conciencia se vincula de alguna manera a la actividad, tanto si ésta nace de los mismos objetos o les es impuesta desde fuera. De este modo, una piedra podría no sentir nada, pero si se la mueve puede sentir; un trozo de madera puede no tener conciencia, pero puede notar cómo se quema cuando alguien le prende fuego.  También ve el sol y la luna, los ríos, los carros, las bicicletas, los relojes, etc. como objetos con conciencia.
El que leamos un cuento popular a un niño implica muchos aspectos de su personalidad, como la imaginación, la curiosidad por saber, la necesidad de seguir modelos, reflejar comportamientos sociales que lo atraen, etc. La implicación del niño en este tipo de lecturas es gracias al relato que se realiza y el cual combina lo desconocido por algo que le es familiar.  Por ello los cuentos populares adaptados a estos niños que se inician en la lectura les permiten el acceso gradual al mundo de la narrativa folklórica, manteniendo sus contenidos, las formas esenciales y el frescor de los relatos, que es lo que he intentado yo realizar con esta adaptación del cuento “Todo tipo de pieles”.  Ya que he mantenido la esencia del cuento, la cual es el abrigo de toda clase de piles, los tres vestidos y los abalorios de la cadena, aunque en esta ocasión la he sustituido por una pulsera. 

ELEMENTOS CAMBIADOS:
  • Los personajes de mi cuento tienen nombres propios, para que así los niños puedan identificarse con cada uno de ellos e incluso a imaginar en sus mentes cómo serían esos personajes.
  •  He mantenido los personajes de un reino, aunque en este caso no solo tienen una hija sino tienen dos niñas mellizas, que heredan la belleza de su madre.
  • La protagonista es una princesa de diferente color de piel que al resto de los personajes, ya que en el cuento original la princesa era muy bella como su madre, pero no indica nada sobre el color de piel de la princesa. Por lo que así he dado un giro al cuento donde siempre nos imaginamos a príncipes y princesas de color blanco, en este caso la protagonista es blanca pero el resto de los personajes no lo son.
  •  La protagonista tiene unos padres que la adoran y una hermana melliza a la cual está muy unida, en cambio en el cuento original la protagonista no tiene hermanas, aunque sí padres.
  • He sustituido la muerte de la madre, dejándola viva a lo largo del cuento como un personaje más que apoya a la protagonista en su huida para encontrar a su joven apuesto.
  •  He retirado la obligación de contraer matrimonio con el padre, debido a que no encontraba a alguien más bella que a la protagonista, y lo he sustituido por dos princesas jóvenes muy bellas, las cuales deben encontrar un joven apuesto, guapo y que las quiera por su forma de ser.
  • En el cuento original la princesa huye de su padre para no casarse con él. En el cuento adaptado la protagonista huye de su ciudad para encontrar a alguien que la quiera por cómo es ella realmente sin ser rechazada por su color de piel.
  • En el cuento original la madre fallecida de la princesa le había dejado un cofre donde estaba una cadena con tres abalorios (una rueca de hilar, una medallita de la virgen y el aniño de boda de la madre),  en cambio en el cuento adaptado se ha sustituido por una pulsera con tres abalorios (un corazón, una herradura, y una corona). En este caso es la hermana quien le da esta pulsera.
  • He cambiado el motivo de los trajes y del abrigo, en el cuento original es el padre quien manda confeccionar esas prendas para su hija como regalo de compromiso y de la boda entre ambos. En cambio en el cuento adaptado la princesa recibe los tres vestidos de su madre para que pueda conquistar al joven guapo y apuesto, y su padre le entrega el abrigo para que se resguarde del frío y así recuerde simbólicamente el calor recibido de sus padres.
  •  He puesto nombre a los reinos tanto de los reyes como al del príncipe, y al imaginar unos reinos donde todas las personas eran de color negro me he imaginado que estos reinos podrían estar en el centro de África, por lo que he sacado de allí el nombre de los reinos y también el del príncipe.
  • En el cuento adaptado el príncipe tiene como bebida preferida el caraje, que es una bebida típica de la región africana Chad, en vez de un consomé como es en el cuento original. También he cambiado la forma en que se sirve la comida, en este caso es una bebida por lo que se sirve en una copa de plata en vez de un bol.
  • He cambiado un poco el final del cuento,  ya que en el cuento original la princesa si le responde a la pregunta de si se quiere casar con el príncipe, y en este caso lo he concluido con un beso.


ELEMENTOS MANTENIDOS:
  • He mantenido los reinados, tanto de los reyes como el del príncipe.
  • No he cambiado el número de abalorios ya que me parecían significativo, al igual que los tres vestidos con los que deslumbra y enamora al príncipe. Y tampoco he cambiado el abrigo confeccionado por todo tipo de pieles.
  • He mantenido el apodo que toma la protagonista, para dejar así la intriga que le rodea.
  • También he mantenido cómo es encontrada la protagonista en el bosque, aunque he incorporado el elemento del caballo blanco para hacer más grande la figura del príncipe. Al igual que la forma en la que la princesa trabaja en las cocinas, dejando olvidado el malestar del cocinero por la presencia de esta.
  • En el cuento original el príncipe organiza un baile que durará tres días, por lo que lo he mantenido para así la protagonista conquistar con los tres vestidos al príncipe. Al igual que el uso de los tres abalorios dentro de la comida, aunque en este caso es a través de la bebida.
  • He mantenido el ingenio del príncipe para descubrir a la princesa, haciéndola esperar a que termine su copa y también la forma en la que le dice que le da igual que sea una persona pobre o cocinera aunque he incorporado lo del color de piel.


Bibliografía:


9 comentarios:

  1. Hola Rut,

    pienso que la adaptación que has hecho para niños de 5-6 años es bastante larga y con bastantes matices que creo que va a ser un tanto difícil de "digerir" para niños de esa edad. A mi parecer creo que se puede hacer bastante más ligera para mantener la atención de los niños y no tan lánguida o hinchada como creo que la has hecho.

    Por otro lado el cuento en su totalidad creo que esta bastante logrado, al igual que el giro que le has dado al cambiar un personaje masculino por otro femenino.

    Reiterándome un poco, creo que si la acortases manteniendo esa historia quedaría mejor.

    Por lo demás, es una historia con gancho y con un final feliz que seguro gustará.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Elena por tu comentario.

    Pero he realizado la adaptación del cuento "Toda clase de Pieles", no es el cuento que Irune contó en clase.

    El cuento que he adaptado trata de un rey que pierde a su bella esposa, la cual le hace prometer al rey que encuentre a una esposa más bella que ella, y pasando los años se da cuenta que la mujer más bella que su esposa es su hija, a la cual le quiere obligar a casarse con él, que es su padre. Esta después de que le confeccione tres vestidos de regalo de compromiso y un abrigo de toda clase de pieles de animales de regalo de bodas, escapa para no casarse con su padre. Posteriormente es encontrada con por unos cazadores y un príncipe, los cuales le llevan a palacio del príncipe para darle comida, y finalmente se queda en las cocinas de palacio para trabajar. El príncipe debe casarse y organiza un baile de tres días para encontrar a su futura esposa, entonces la protagonista durante esos tres días asiste al baile utilizando los tres vestidos, después de cada baile la protagonista debe llevarle la cena y ella va dejando un abalorio en la sopa que le prepara esas tres noches.Finalmente el príncipe en la última noche de los bailes, después de la cena, se da cuenta de que ella es la bella chica con la que ha estado bailando durante esos tres días. Y se prometen amor eterno.

    Es un breve resumen del cuento de Toda clase de pieles.

    Muchas gracias Elena por tu apreciación de la edad, pero creo he querido adaptar el cuento para esa edad 5-6 ya que es una edad donde comienzan a comprender mejor la lectura, y en la que pueden estar escuchando un relato largo, y quizás si hubiera acortado demasiado el cuento ya no sería una adaptación sino un cuento nuevo.

    ResponderEliminar
  3. Rut!
    La verdad es que estoy impresionada, me parece que tu adaptación es buenísima!!!
    Por supuesto tendremos que esperar al comentario de Irune, pero yo, desde mi papel de escuchante y lectora de tu cuento he disfrutado muchísimo.
    Coincido con la edad para la que propones la adaptación y considero que los elementos adaptados le dan una nueva visión al cuento que puede resultar muy atractiva para los niños/as
    Muchas gracias!
    Gema

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un cuento precioso, Gema, pero no una buena adaptación por lo que le comento a Rut.

      Eliminar
  4. Hola Rut!!
    Me ha parecido un cuento muy original con la introducción de las mellizas. Yo discrepo en cuanto que sea largo, ya que se va a contar de forma oral a los niños y siempre se tarda menos tiempo del que pensamos al verlo escrito.
    Coincido en la edad que has propuesto ya que a esta edad es cuando comienzan a interesarles los cuentos de princesas y príncipes.
    En mi opinión la muerte de la reina es un aspecto fundamental que considero que se debe conservar, o darle otro giro ante esa situación del cuento original. Aun así es una adaptación original que a los niños les encantara. Buen trabajooo!!!

    Un saludo!!

    ResponderEliminar
  5. Hola Rut,

    me ha gustado mucho tu adaptación, porque has respetado los puntos fundamentales del cuento original y, al mismo tiempo, has introducido nuevos elementos. Lo que he encontrado más original es la razón por la cual Laya se va de su reino y se aleja de su familia: no se trata de la típica huida forzosa, ni un castigo o porque los padres la obliguen a irse. Es más bien una búsqueda personal hacia la felicidad. Así que la protagonista, a pesar de su tristeza por tener que abandonar a su familia, en el fondo acepta este alejamiento porque sabe que es un cambio necesario para encontrar su camino.

    Me ha parecido muy bien que hayas quitado la parte donde el padre se quiere casar con su hija: un tema, el incesto, totalmente inadecuado para niños tan pequeños.
    Tampoco creo que sea demasiado largo, como bien dice Sandra: es siempre más complicado explicarlo por escrito y a la hora del relato oral, las caras de los niños nos irán diciendo si podemos añadir detalles o simplificar. Seguro que estarán bien atentos a la hora de escuchar este cuento.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy bien explicado, Elisa, aunque, como verás en mi comentario a Rut, la originalidad, a veces, es enemiga de la adaptación.

      Eliminar
  6. Bueno, Rut, que conste que me encanta el resultado como cuento de autora (tú), pero no como adaptación de Toda clase de pieles. Está muy muy muy bien escrito, pero para que la actividad esté bien tienes que realizar una auténtica adaptación. Vamos allá:

    La extensión de tu cuento es adecuada para la edad teniendo en cuenta que, cuando se lo NARRES a los niños, podrás agilizar detalles cuando los receptores pierdan interés y recrearte en ellos cuando estén atentos y metidos en la historia. Sin embargo, me parece que te extiendes demasiado en el planteamiento teniendo en cuenta la edad para la que lo destinas. Un cuento para EI no debe tener más que una historia (la de Toda clase de pieles) y tu planteamiento en sí es otra historia completa (la de los padres, el parto, la historia de Ambar y la "discapacidad" de Laya).

    En el cuento del que partes, la protagonista se ve obligada a dejar su casa a su pesar ya que no puede obedecer a su padre, pero en el tuyo, es la madre quien la anima a marchar. De este modo has roto uno de los motivos fundamentales: has convertido una huída en una busqueda. Y también has convertido a una chica decidida y valiente en otra mucho más pasiva que simplemente sigue los consejos de su familia y recibe un montón de ayuda para llevar a cabo su búsqueda. Y no solo ayuda material (los objetos) sino también un montón de consejos sobre cómo usarlos.

    Al no pedir los vestidos y el abrigo como excusas para retrasar la marcha, has restado además astucia a la protagonista.

    El motivo de la marcha tampoco se ajusta. Toda clase de pieles solo quiere evitar una imposición que no puede ni quiere cumplir (puede ser el incesto o puede ser otra lo suficientemente "seria" como para huir). No busca el amor. Lo encuentra, pero lo encuentra como premio final de su viaje iniciático. Soñar con un marido y buscarlo, me parece un motivo absolutamente distinto.

    Solo con estos aspectos, tu cuento ya no es una adaptación sino una historia diferente INSPIRADA en la otra.

    El resto es más fiel al original y, aunque hayas modificado los objetos, el resultado es el mismo.

    Vamos a ver las argumentaciones:

    Cuando usas a Piaget como fuente, argumentas cuestiones que no aparecen en el cuento, como el animismo. Ese tema es válido para cuento como el gallo Kirico, que habla con la hierba, con la nube, con el viento... pero aquí no hay animismo. Todo ese párrafo es innecesario. Los argumentos basados en fuentes han de ajustarse a lo tratado.

    Los cuentos folclóricos deben CONTARSE, no leerse. Así se han transmitito durante siglos y esa es la forma de transmisión que tienes que utilizar para ellos. No hables de la lectura justo en este tipo de relatos. Los libros literarios de autor (bloque 1) sí que motivan a aprender a leer.

    La esencia de un cuento folclórico no son los elementos que usa la heroína para conseguir su propósito (regalos). La esencia es el viaje iniciático, los motivos, las funciones y los personajes (roles) que la sustentan.

    Insisto en lo que se dice en la teoría: los niños no se tienen que identificar con los protagonistas de los cuentos folclóricos porque son mucho mayores que ellos, porque no viven en contextos similares a los suyos y porque son arquetipos. Esa identificación hay que buscarla en los textos de autor, no en estos.

    Si modificas el principio del cuento y las argumentaciones sobre los cambios, tu actividad será perfecta.

    ResponderEliminar